jueves, 5 de mayo de 2016

Experiencias de una analfabeta digital




                                            

...Has envejecido cuando dejas de sorprenderte
                                                               J.Varela 
 
      Quisiera compartir con ustedes algunas de mis experiencias al cursar mi primera asignatura en aula virtual, han supuesto para mi, una puesta apunto de la maquinaria intelectual que acompaña mi actuación docente, esta enriquecedora experiencia, me ha permito descubrir nuevos medios y visualizar propuestas pedagógicas innovadoras, la revisión de muchos de los autores que estudié durante mi formación universitaria, la lectura de nuevos autores e investigadores españoles que conforman la vanguardia intelectual, en el área de las tecnologías de la información y la comunicación aplicadas a la educación.
Un elemento destacable y diferenciador lo constituye el miedo a cometer errores en el aula virtual, no es que me considerara inicialmente, analfabeta digital, pero he de reconocer que, el dominio de algunas habilidades, tiene un peso importante en el desempeño dentro de la misma. Pertenecer a una generación diferente a la denominada generación Google según Hernández Serrano “engloba a aquellos sujetos que están desarrollando innovadoras forma de acceder, buscar, seleccionar, evaluar, usar y compartir la información digital, o construir conocimiento a partir de la misma” se evidencia en el manejo de las tecnologías. Se caracterizan los nacidos después de 1993, por la destreza al utilizar las herramientas tecnológicas, la temeridad en la manipulación y el asumir los errores cometidos, como parte del aprendizaje.
Por el contrario, a los de mi generación nos pesan los errores y nos genera angustia, no poder revertir los daños que eventualmente, pudiéramos causar con el uso de determinados artefactos o aplicaciones.  Cabe señalar como advierte Gere (2) que vivimos en una cultura digital donde las tecnologías se han naturalizado, por su ubiquidad e incesante invisibilidad, hasta convertirse en aspectos casi naturales de nuestra vida cotidiana. Estamos asimilando comportamientos o actividades que anteriormente no eran mediadas tecnológicamente (buscar información, comprar, vender, trabajar, estudiar online).
La mediación tecnológica abarca cada vez más espacios de nuestra vida, a algunos llegamos por simple obligación, tal es el caso de la banca y algunas empresas, que no nos dejan opciones, el cambio se ha impuesto y ha llegado para quedarse. Intercambiar opinión con contestadores virtuales en empresas de servicios, es cotidiano en la actualidad. Esa invisibilidad hace presuponer que todos los individuos tienen dominio sobre las tecnologías, pero deberíamos tomar en consideración el alcance de la brecha tecnológica.
 En relación con la experiencia educativa, ésta en la que he participado, se basa en el principio pedagógico de aprender haciendo, experimentar con conceptos tales como hipertexto, conectividad, interactividad, diseño de páginas aún utilizando plantillas, el manejo de vídeos, material icónico en la red, han supuesto un proceso de aprendizaje motivador, reflexivo y significativo.
Considero que la profesión docente ha de replantearse, porque el uso de las TIC no es futuro, es presente y en muchas áreas pasado. Un modelo educativo está desapareciendo y el nuevo se impone de forma perentoria, los que lo incorporen a su práctica profesional tendrán una ventaja competitiva en relación con sus pares, que se mantengan en su zona de confort, apegados a sus saberes y enseñoreados en sus dominios.

En esta etapa no he dejado de sorprenderme.     



(1)Hernández Serrano, M. J., Jomes, B. y González Sánchez, M. “La generación Google. Evolución en las predisposiciones y comportamientos informativos de los sujetos”. Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, 18, pp. 41-56
(2) Gere, C. (2002): Digital Culture. London: Reaktion Books. p. 4          
                                             

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