...Has envejecido cuando dejas de sorprenderte
J.Varela
Quisiera compartir con ustedes
algunas de mis experiencias al cursar mi primera asignatura en aula virtual, han
supuesto para mi, una puesta apunto de la maquinaria intelectual que acompaña
mi actuación docente, esta enriquecedora experiencia, me ha permito descubrir
nuevos medios y visualizar propuestas pedagógicas innovadoras, la revisión de
muchos de los autores que estudié durante mi formación universitaria, la
lectura de nuevos autores e investigadores españoles que conforman la
vanguardia intelectual, en el área de las tecnologías de la información y la
comunicación aplicadas a la educación.
Un
elemento destacable y diferenciador lo constituye el miedo a cometer errores en
el aula virtual, no es que me considerara inicialmente, analfabeta digital,
pero he de reconocer que, el dominio de algunas habilidades, tiene un peso
importante en el desempeño dentro de la misma. Pertenecer a una generación
diferente a la denominada generación Google según Hernández Serrano “engloba a
aquellos sujetos que están desarrollando innovadoras forma de acceder, buscar,
seleccionar, evaluar, usar y compartir la información digital, o construir conocimiento
a partir de la misma” se evidencia en el manejo de las tecnologías. Se
caracterizan los nacidos después de 1993, por la destreza al utilizar las herramientas
tecnológicas, la temeridad en la manipulación y el asumir los errores
cometidos, como parte del aprendizaje.
Por el contrario, a los de mi generación nos pesan los
errores y nos genera angustia, no poder revertir los daños que eventualmente, pudiéramos
causar con el uso de determinados artefactos o aplicaciones. Cabe señalar como advierte Gere (2) que vivimos en una cultura digital donde las tecnologías se han naturalizado, por su
ubiquidad e incesante invisibilidad, hasta convertirse en aspectos casi naturales de nuestra
vida cotidiana. Estamos asimilando comportamientos o actividades que anteriormente
no eran mediadas tecnológicamente (buscar información, comprar, vender,
trabajar, estudiar online).
La mediación
tecnológica abarca cada vez más espacios de nuestra vida, a algunos llegamos
por simple obligación, tal es el caso de la banca y algunas empresas, que no
nos dejan opciones, el cambio se ha impuesto y ha llegado para quedarse.
Intercambiar opinión con contestadores virtuales en empresas de servicios, es
cotidiano en la actualidad. Esa invisibilidad hace presuponer que todos los
individuos tienen dominio sobre las tecnologías, pero deberíamos tomar en
consideración el alcance de la brecha tecnológica.
En relación con la experiencia educativa, ésta
en la que he participado, se basa en el principio pedagógico de aprender
haciendo, experimentar con conceptos tales como hipertexto, conectividad,
interactividad, diseño de páginas aún utilizando plantillas, el manejo de
vídeos, material icónico en la red, han supuesto un proceso de aprendizaje
motivador, reflexivo y significativo.
Considero que la
profesión docente ha de replantearse, porque el uso de las TIC no es futuro, es
presente y en muchas áreas pasado. Un modelo educativo está desapareciendo y el
nuevo se impone de forma perentoria, los que lo incorporen a su práctica
profesional tendrán una ventaja competitiva en relación con sus pares, que se
mantengan en su zona de confort, apegados a sus saberes y enseñoreados en sus
dominios.
En esta etapa no he
dejado de sorprenderme.
(1)Hernández Serrano, M. J., Jomes, B. y González Sánchez,
M. “La generación Google. Evolución en las predisposiciones y comportamientos
informativos de los sujetos”. Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, 18,
pp. 41-56
(2)
Gere, C. (2002): Digital
Culture. London: Reaktion Books.
p. 4
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