lunes, 14 de marzo de 2016

TDAH


En mis años como profesora de Educación Básica durante los 80, tuve alumnos con el TDAH, en esa época se hablaba de hiperactividad o de falta de atención, como síntomas separados, los docentes no teníamos muy clara la forma de intervención, para tratar en forma adecuada a los niños diagnosticados con este trastorno, la tarea de integrarlos y de canalizar sus potencialidades era compleja.

Si consideramos el concepto de disciplina en el aula, que se caracterizaba, por tener un estudiante tranquilo en su asiento, un niño con conductas calificadas de disruptivas y perturbadoras, poco respetuoso de ese sentido del  orden, hacían difícil la dinámica de las clases y de la propia institución escolar.
Cabe destacar que el numero de alumnos por clase era alto, y manejar las situaciones donde algunos necesitan especial atención, requería no sólo de habilidades del maestro, sino de la sensibilidad de los otros niños, los padres y los directivos.

Eran niños que terminaban es de habilidads del maestro sino de la sensibilidad de los otros niños, los padres y letiquetados por su bajo rendimiento escolar,   por sus dificultades en el ámbito de la comunicación entre pares y con los adultos, desmotivados, subestimados,  aislados desde el punto de vista social con el resto de sus compañeros.

Tuve la experiencia de descubrir niños con TDAH con inteligencia superior al promedio, afectivos, respetuosos, interesados por aprender, adecuadamente tratados sus posibilidades son infinitas.

Brevemente diría que es importante que el profesor :

Proporcione tareas individuales, que permitan al niño reforzar sus potencialidades y ser reconocidos, en forma tal de mejorar  su autoestima.
Sugiera a los padres la evaluación periódica con los especialistas que garanticen el control clínico del trastorno.
Estimule actividades donde se refuerce e desarrollo de habilidades sociales.
Respeto los ritmos de aprendizaje.
Refuerce los progresos, por insignificantes que parezcan.
Manifieste afecto y comprensión al niño.

En este camino se ha avanzado mucho, quisiera compartir un video con todos 




Una nota cultural



Para aquellos que vivimos en la Isla de La Gomera, tendremos la oportunidad de disfrutar del Ballet de Moscú representando la obra Giselle, que se presentará en el Auditorio Insular de San Sebastián el día 31 de Marzo a las 21:00 horas.





 

sábado, 12 de marzo de 2016

El docente de hoy


Las transformaciones que ha sufrido el proceso  educativo  durante estos años han sido significativas, desde la propia concepción de la escuela como lugar de aprendizaje, hasta los roles del docente y del alumno.
Hemos pasado afortunadamente de una educación como proceso  para adquirir conocimientos, a una educación en valores, para la vida y la libertad. De una alumno adecuadamente disciplinado y pasivo a un escolar con potencialidades, aptitudes y diferenciado entre pares.
De la adquisición de conceptos y nociones por medio de la memoria y la reproducción, hemos pasado a un aprendizaje constructivo que involucra a todos los medios y sentidos para elaborarlo, aprehenderlo y transferirlo.
Ejercer por tanto el magisterio en la actualidad, requiere de unas características personales especiales, partiendo de que su trabajo se desarrolla con personas en etapa de formación. El docente ha de poseer:

Dinamismo: Manifiesto en  ser receptivo a nuevas ideas y permitirse incorporarlas a su práctica pedagógica, aún cuando, implique errores, de ellos también se aprende

Receptividad: Usar su capacidad como observador para captar las necesidades, diferencias y  potencialidades en sus alumnos

Proactividad: En términos de dar respuesta a las dificultades cotidianas de su práctica y deconstruir las formas didácticas tradicionales para resolver los “nudos” que se producen al enseñar.

Sensibilidad: Para entender las diferencias en cuanto a ritmo y necesidades de sus alumnos.

Habilidades comunicacionales: Le permitan transmitir ideas o nociones por diversos medios en forma tal que siempre llegue su mensaje.

Capacidad de reflexión: sobre los procesos que se activan en sus alumnos y su propia práctica profesional, dado que la cotidianidad y los lineamientos institucionales generalmente, conspiran contra esta acción.


Se llama así porque...

Imagen de I Ramos


Pertenezco a  la que yo denomino Generación Lápiz Mongol Nº2 haciendo alusión, a la marca comercial de lápices con los que empecé a escribir, son un símbolo, que nos lleva a momentos dulces de nuestra vida. Esta frase se la he dicho a mis alumnos, cada vez que me comentaban la existencia de una nueva tecnología, de un nuevo baile, una tendencia musical,  para indicarles que la desconocía, y quién me diría…por los caminos que nos propone el aprendizaje, estoy hoy aquí colocándole ese nombre a mi blog .