En
mis años como profesora de Educación Básica durante los 80, tuve alumnos con el
TDAH, en esa época se hablaba de hiperactividad o de falta de atención, como síntomas
separados, los docentes no teníamos muy clara la forma de intervención, para
tratar en forma adecuada a los niños diagnosticados con este trastorno, la
tarea de integrarlos y de canalizar sus potencialidades era compleja.
Si
consideramos el concepto de disciplina en el aula, que se caracterizaba, por
tener un estudiante tranquilo en su asiento, un niño con conductas calificadas
de disruptivas y perturbadoras, poco respetuoso de ese sentido del orden, hacían difícil la dinámica de las
clases y de la propia institución escolar.
Cabe
destacar que el numero de alumnos por clase era alto, y manejar las situaciones
donde algunos necesitan especial atención, requería no sólo de habilidades del
maestro, sino de la sensibilidad de los otros niños, los padres y los
directivos.
Eran
niños que terminaban por
sus dificultades en el ámbito de la comunicación entre pares y con los adultos,
desmotivados, subestimados, aislados
desde el punto de vista social con el resto de sus compañeros. etiquetados
por su bajo rendimiento escolar,
Tuve
la experiencia de descubrir niños con TDAH con inteligencia superior al
promedio, afectivos, respetuosos, interesados por aprender, adecuadamente
tratados sus posibilidades son infinitas.
Brevemente
diría que es importante que el profesor :
Proporcione
tareas individuales, que permitan al niño reforzar sus potencialidades y ser
reconocidos, en forma tal de mejorar su
autoestima.
Sugiera
a los padres la evaluación periódica con los especialistas que garanticen el
control clínico del trastorno.
Estimule
actividades donde se refuerce e desarrollo de habilidades sociales.
Respeto
los ritmos de aprendizaje.
Refuerce
los progresos, por insignificantes que parezcan.
Manifieste
afecto y comprensión al niño.
En
este camino se ha avanzado mucho, quisiera compartir un video con todos
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